¿Has vivido alguna vez una experiencia positiva tan intensa que has querido guardarte ese instante para siempre? ¿Te has emocionado tanto en un evento que has querido sentirte así en otras ocasiones con las que te parece que no puedes disfrutar de la misma manera? ¿Te sientes tan relajado durante las vacaciones que te gustaría transportar ese estado en el día a día de tu trabajo? ¿Te gustaría estar igual de concentrado durante los exámenes como lo estás viendo tu película favorita o leyendo tu libro preferido?
De la misma forma que oyes aquella canción del verano y en un instante parece que vuelves a estar en aquel concierto tan especial, rodeado de tus amigos con esa misma sensación tan agradable, o pasando por un restaurante hueles el aroma de aquel plato que hacía tu abuela cuando eras un niño y te ves sentado en su cocina, oyendo su voz, oliendo la comida recién hecha y sintiendo ese bienestar como si lo estuvieras viviendo en ese preciso momento, puedes provocar cualquier estado positivo que hayas vivido en otra ocasión y en cualquier otro contexto para situaciones en las que creas que podrías necesitarlos.
Para conseguirlo debes buscar una situación en la que hayas vivido intensamente el estado positivo que te gustaría obtener para una determinada acción o actividad, por ejemplo lograr estar en la reunión de trabajo igual de tranquilo que estuviste en aquel viaje, sentado en la playa, viendo el cielo azul intenso, oyendo el agradable sonido de las olas del mar, sintiendo el calor del sol en tu piel, cuantos más detalles puedas recordar y recrear en tu mente, mucho más intenso va a ser ese momento, porque para nuestra mente es tan real una cosa cuando la vives como cuando la representas.
Así que, cierra los ojos y vuelve a vivir el momento positivo que hayas elegido, observa todo lo que ves, escucha los sonidos que hay a tu alrededor, las voces, o aprecia el silencio si no puedes oír nada, siente la posición de tu cuerpo, si tienes algo en la mano, nota su textura, percibe la temperatura del ambiente y cuando estés totalmente invadido por esas sensaciones, haz un gesto con tu mano, toca una parte de tu cuerpo, dite una palabra, haz una foto mental de ese instante y sobretodo disfrútalo, porque el objetivo es que después, en la acción o actividad cuándo tu necesites ese estado concreto, puedas hacer ese gesto, decirte la palabra o evocar esa imagen y te traigas de nuevo esa sensación.
Pero ten en cuenta que esto no es magia, aunque yo muchas veces pienso que la PNL se le acerca, tienes que entrenarte, practicar, cuánto más lo repitas, más automático será el hecho de que hacer el gesto o decirte la palabra o recrear visualmente esa imagen, recuperes esa sensación o estado positivo en el que quieres estar.
Así que entrenándote, cuando vayas a esa reunión de trabajo nervioso, y hagas ese gesto o el estímulo que tú hayas elegido, automáticamente volverás a revivir aquel día en la playa durante tu viaje y el estado de tranquilidad envolverá de nuevo todo tu cuerpo. Tu mente tendrá asociado ese estímulo con el instante tranquilo de tu playa.
Compruébalo y disfruta de esos estados tan positivos que seguro has experimentado en muchas ocasiones. Aquí y ahora.